

JOAQUÍNACHÚCARRO 33
Al filo de las ocho piezas que forman un ciclo entre alucinación y vértigo, nos
adentramos en la compleja psicología de Schumann; se comprende entonces
que “en Schumann”, subraya Marcel Beaufils, “el nivel fundamental de lo creado, el
mundo primitivo donde germina la obra antes del brote que la revela, es literario”.
Y antes los acordes
mit aller Kraft
que suenan en el corazón de
Schnell und spielend
,
octava y última pieza de las Kreisleriana, volvemos a Beaufils:
“Schumann no se preocupa de arquitecturas
vanas. No son para él al principio, como
máximo,másquecombinacionesarbitrarias,
en el que el elemento rítmico se aísla del
conjunto creador. Un ritmo humano no
se pliega a plástica de gramática. Sigue su
ley, aunque su ley sea la anarquía, la ley
muy pronto nietzscheana de su propia
fuerza, de su poder. Y si la perspectiva de
las líneas parece imperfecta, es que nuestro
ojo humano no puede seguirlas hasta su
encuentro en el infinito”.