

A.C. : ¡Qué contraste entre las dos Sonatas! ¿Cómo consideran la
evolución de Mendelssohn entre esos dos opus?
D.S.
: Cierto es que difieren, en la expresión, pero no pienso que una posea
fundamentalmente más cualidades que la otra.
Magníficamente escrita, la
Primera Sonata
presenta un carácter más intimista y
contrasta con la
Segunda
, que es muy exuberante.
G.H.
: Hay muchos dejes schubertianos en la
Primera Sonata
; la
Segunda
es más
“vigorosa”, más orquestal. ¡Desde el primer compás, los intérpretes deben
implicarse completamente! E incluye también este asombroso
Adagio
lentamente
introducido por un coral con acordes arpegiados del piano solo. Más allá de las
consideraciones formales, este movimiento revela la importancia y la modernidad
de la visión poética de Mendelssohn.
A.C.: Una
Segunda Sonata
que pudiera estar estrechamente
vinculada con el instrumento que toca usted…
G.H.
: Mendelssohn dedicó la
Sonata
op. 58 al Conde Mathieu Wielhorski, un
aristócrata ruso, al parecer buen violonchelista y por otra parte amigo de los
Schumann. El Nicola Amati de 1662 que tengo la suerte de tocar perteneció
a Wielhorski. Éste poseía otros instrumentos pero podemos imaginar que
mi violonchelo conoció antaño la
Segunda Sonata
… ¡Sea lo que fuere suena
estupendamente bien con este instrumento!
GARY HOFFMAN // DAVID SELIG 33